Justicia Penal
Tras leer el artículo de la doctora Cohen
Agrest titulado "El olvido de reparar a la víctima", me sentí desolado e
impotente como integrante de la sociedad, por la evidente inutilidad y
torpeza de los jueces penales de nuestro país, que desde hace muchos
años, sea por corrupción, convicción o conveniencia, siempre encuentran
un resquicio legal para asegurar la libertad del delincuente, sin
importarles qué tipo de delito hayan cometido, sea homicidio, violación,
secuestro o robo.
El caso del delincuente apodado "Caracortada",
acusado de cinco homicidios, es tan sólo una anécdota. Considero que las
leyes penales argentinas son adecuadas; lo que no es adecuado es la
forma de aplicarlas que tienen los jueces, que en definitiva es una
verdadera burla hacia las víctimas del delito.
Enrique Javier Martorell - DNI 10.964.088
Robo en el Cajero
Luego
de extraer dinero para hacer un depósito bancario y cubrir unos
cheques, caminé unas cuadras y advertí que no tenía la tarjeta, por lo
que volví sobre mis pasos con la esperanza de encontrarla, pero no
estaba allí. Supuse que un buen ciudadano con alma caritativa la había
recogido y la había devuelto al banco. El Banco Nación me informó que
luego de mi extracción "el buen ciudadano" me robó 1500 pesos de mi
cuenta.
Mucho más que el dinero (que no me sobra) me afecta
enormemente que un ciudadano seguramente de clase media, en pleno centro
neurálgico de la ciudad, optó por robar mi dinero en lugar de tomar la
tarjeta y devolverla. ¿Tendrán algo que ver las numerosas muestras de
corrupción que bajan de nuestra dirigencia privada y estatal? Opino que
sí, y que va a costar mucho recuperar las buenas costumbres y las buenas
acciones.
Guillermo González Lima - DNI 7.787.624
Ciudad Tomada
Buenos
Aires se ha convertido en una ciudad tomada (parafraseando el cuento de
Cortázar).Y puede terminar en la ciudad de las últimas cosas
(parafraseando la novela de Paul Auster). Empezó todo con corte de
calles, luego con tomas de tierra y ahora con una villa cada vez más
grande en el Obelisco. No actúa la Justicia por "corrección política".
No debe temer el gobierno de la ciudad. Está respaldado por una mayoría
que volverá a votarlo, seguramente.
Esa mayoría no quiere esta ciudad.
No dejemos que la sigan tomando. No terminemos como en la novela
de Auster. Si nos vamos, puede ocurrir lo que le pasó a Detroit, ciudad
que se declaró en bancarrota. Defendámosla y defiéndannos.
Ing. Herman Goldenberg - anrg1810@gmail.com