Otro editorial muy bueno de Pilar
Rahola.
Pilar Rahola, periodista española, ex diputada por la Izquierda Catalana , ex vice alcaldesa de Barcelona, publicó este artículo en La Vanguardia, diario de Barcelona.
NO ES NI CLARIN NI LA NACIÓN
EL PAPA Y LA PAPISA
Mientras el papa Francisco marcha firme por los senderos de un camino nuevo, cuya mirada fija su atención en la pobreza y no en el boato curial, la heredera natural de Chávez en versión tanguera, Cristina de Kirchner, aprovecha la ocasión para volver a excederse en histrionismo.
Uno se pone las sandalias del
pescador, y la otra rellena con bótox su falta de sentido del ridículo. Y mientras Francisco demuestra una gran
elegancia dedicando su primera audiencia a la presidenta que tanto lo ha
criticado, la otra aprovecha para intentar crearle un problema
diplomático que no es de su negociado. Que Kirchner hable de las Malvinas
en su primera audiencia papal demuestra hasta qué punto esta presidenta
ha perdido el sentido de la realidad. Como decía alguien de Arafat,
tampoco ella "nunca pierde la oportunidad de perder todas las
oportunidades".
Tenía un momento de oro para demostrar sensibilidad con la pobreza ante un
Papa que ha empezado su mandato hablando de ella, y más viniendo ambos de
un continente y de un país con severos problemas sociales. Pero
prefirió sus aires de nueva rica, sus donaires de presidenta y sus tics
de conocida prepotencia. Y como si estuviera en Camp David, a punto de
negociar el conflicto de Oriente Medio, se equivocó de lugar, de
interlocutor y de tema, y encima aprovechó la rueda de prensa para vender
el producto. Sinceramente, no se puede ser más vulgar. Lo cual nos retrotrae al
tema argentino.
Desde cualquier punto de
vista es una auténtica desgracia
que un país tan importante para el Cono Sur y para todo el continente
esté en manos tan tramposas. Lejos de querer emular a los grandes
estadistas, Cristina ha decidido pasar a la historia como una heredera
del populismo chavista, y por el camino de vender
humo social, mentir con los números económicos, pactar con Irán la venta
de los muertos de la AMIA, e intentar desmontar toda la sociedad
crítica con su Gobierno, puede convertirse en una gran pesadilla.
En este sentido, la llegada de un Papa argentino que no ha formado
parte de la corte kirchnerista, ni le ha rendido pleitesía, es una bocanada de oxígeno. Por supuesto
el Papa debe hacer de líder espiritual y no político, pero a estas
alturas de la fiesta tampoco pecaremos de ingenuos, ni obviaremos su
enorme influencia, y saber que el Papa no milita en el verbo populista de
la señora presidenta es toda una garantía.
También resultará muy útil para comparar los discursos sobre
la pobreza de uno y otra. El primero, cuya música suena a compromiso serio. La segunda, cuya música resulta tan estridente
como la del amigo bolivariano: tanta retórica sobre los pobres como corrupción política, enriquecimiento
personal y corte de oligarcas que han hecho su agosto.
El Papa parece auténtico. La presidenta ya sabemos que no lo es.
Lo bueno es que ahora, por comparativa, se notarán más sus trampas.
Fuente: Pilar Rahola
Lo bueno es que ahora, por comparativa, se notarán más sus trampas.
Fuente: Pilar Rahola