El narcokirchnerismo avanza
El nuevo editorial de Alfredo Leuco en Le doy mi palabra
Una de las herencias más malditas que van a dejar esta docena de años de gobierno es el narcokirchnerismo. Uso este término porque uno de los lugartenientes de La Cámpora habló en pleno Congreso Nacional de narcosocialismo para describir lo que pasaba en la provincia de Santa Fe. En estos tres gobiernos de Néstor y de Cristina, el narcotráfico se consolidó y se desarrolló como uno de los peores venenos sociales. Por acción u omisión, el matrimonio Kirchner es responsable de que hoy Argentina esté dentro de los países que tienen alerta roja porque aumentó el consumo, la fabricación y la exportación de droga y porque el nivel de lavado de dinero, con cedines y blanqueos es una corrupción floreciente. Le doy algunos datos de estas últimas horas. El que era subjefe del patrón del mal, de Pablo Escobar Gaviria dijo que nuestro país “se parece cada vez más a Colombia”. ¿No me cree? Escuche por favor a John Jairo Velásquez Vásquez conocido como Popeye: (va audio)
¿Qué me cuenta? Lo dice alguien que conoce esa mafia de adentro. Cada vez más parecidos a Colombia. Me suena terrible, estremecedor, me corre frío por la espalda. Pero eso no es todo. El Papa Francisco nos advirtió que Argentina corría riesgo de “mejicanizarse” y dijo que le habían dicho que en nuestro país ya se fabricaba droga. ¿Se acuerda? Se levantó una gran polémica. Y Aníbal “La Morsa” Fernández le saltó de inmediato a la yugular al santo padre para decir una mentira más grande que el Vaticano: que Argentina era un país de tránsito solamente.
Hoy nos enteramos que Gustavo Vera, el legislador más amigo del Papa Francisco, nos ruega que no votemos a Aníbal Fernández como candidato a gobernador porque es la puerta de entrada de la mejicanización de la Argentina. Ya lo habían advertido varios dirigentes. Felipe Solá y hasta algunos compañeros peronistas de Aníbal que ahora se llamaron prudentemente a silencio. Yo les conté que varios dirigentes de la Iglesia nos habían pedido a varios periodistas que les diéramos para cerrarle el paso a Aníbal. Es que aparece por varios lados vinculado al tema. Hoy, sin ir más lejos le preguntaron si estaba de acuerdo con Daniel Scioli. El candidato a presidente que lo salva de perder por paliza las elecciones dijo que estaba en contra de la despenalización del consumo de marihuana y que se oponía a que el tema se debata en el Parlamento. Aníbal se diferenció de Scioli, casi que lo trató de cagón igual que Zulma Faiad y dijo “Y bue… si no se anima, no se anima”.
Es que Aníbal se anima a todo. No tiene escrúpulos ni límites. Se anima a tener amigos y patoteros como los que participaron en el Triple Crimen de la efedrina, por ejemplo. A darles trabajo con Andrés Meizner en el registro de armas de la Nación. Juega con fuego y a veces se quema. O se tira tiros en los pies. Aníbal se anima a dejar liberado todo el estado a su cargo para que ingresen los precursores químicos que sirven para fabricar las nuevas drogas sintéticas, tal como lo denunciaron Lanata y Nico Wiñazky.
Aníbal no puede explicar que pasó con la gente del Sedronar, cuyo ex presidente, José Granero está procesado y con el cartel de los Z, los hermanos Zacarías, todos íntimos amigos de Néstor Kirchner, a los que finalmente les sacó el negocio de la importación de montañas de efedrina hasta que se tuvo que prohibir semejante negociado ilegal. El gobierno nacional tampoco dijo una palabra sobre los aportes económicos para la campaña que pusieron las droguerías y las mafias de los medicamentos. Al crimen organizado no le importa la vida de los chicos argentinos que cada día mueren más seguido por consumir paco o alguna otra droga o por ser soldaditos de los transas. Ayer el padre Pepe, que pone el cuerpo todos los días en las villas miserias, nos decía que hay que ser muy cuidadoso con el tema de la marihuana. Lo llamé porque me asombró la noticia que decía que los estudiantes fuman tanta marihuana como cigarrillo. Me pareció de terror. Y la sabiduría lograda en el terreno del padre Pepe condenó este tratamiento frívolo e irresponsable que muchos presuntos piolas conductores de radio o de televisión hacen del tema. Yo le agrego a algunos políticos que no tienen ni idea de la gravedad. Del significado absolutamente distinto que un porro tiene ‘para un chico de clase media que cuenta con otro tipo de contención familiar y un pibe excluido que no trabaja ni estudia ni tiene una familia. Para los más pobres de los pobres, la marihuana es una puerta abierta hacia la muerte. Es el primer paso hacia la cerveza, las pastillas, el paco y otros venenos semejantes que como no tienen dinero para comprarlos, caen en el delito. Es el problema más grave que tenemos. Y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no dice una sola palabra.¿Qué dijo la doctora Elisa Carrió hace unos días en TN? Que Aníbal Fernández es el jefe del narcotráfico.
En el programa de Jorge Lanata, un valiente diputado riojano llamado Walter Cruz denunció que en las PASO se cambiaban votos por droga. Otra diputada valiente, Inés Brizuela lo gritó con todas las letras en el recinto parlamentario: dijo que el clientelismo atroz y feudal ya no se aprovechaba solamente de las necesidades básicas insatisfechas del pueblo pobre sino que también transaban con sus adicciones.
Nadie desconoce que el desembarco narco en Argentina necesita la complicidad del poder ejecutivo, legislativo y judicial y también de las fuerzas de seguridad. Ya le dije que los narcos prostituyen todas las instituciones de la democracia. Sus coimas son misiles de un millón de dólares. Necesitan corromper a todos y a todas, para que nadie pueda tirar la primera piedra. Un especialista mexicano dijo que “La Argentina es la cocina de las drogas de América Latina”. Hay algo que está claro: el narcokirchnerismo avanza. ¿El gobierno, es inútil o cómplice?
En Blog Fútbol Narcotráfico Gobierno, la respuesta.