Mauricio Macri puso fin no solo a más de una década de degeneración
institucional kirchnerista, sino a casi cien años de dominio político
peronista.
Así las cosas, la tarea que enfrenta Macri es nada
menos que derrotar la historia. Ya logró un primera victoria en las urnas.
Esa fue la parte "fácil". Ahora le toca dar inicio a una
transformación sostenible en el tiempo que logre terminar, a nivel cultural e
ideológico, con el peronismo que ha destruido la libertad y condenado a la
decadencia y vergüenza internacional a un pueblo que ha probado tener lo
necesario para pertenecer a la élite mundial.
Si Macri logra la
titánica hazaña de dejar iniciado ese cambio permanente, pasará a ser el más
grande líder político que haya conocido la Argentina en más de un siglo y sin
duda uno de los más grandes que haya conocido América Latina en toda su vida
independiente.
Los latinoamericanos de buena voluntad no podemos
más que desearle suerte y ofrecerle toda nuestra ayuda, por el bien de Argentina
y por el de América Latina