Carta de Lectores - LA NACIÓN - 26 de Marzo de 2014 .-
Ministerio Público
El Ministerio
Público es un órgano independiente, que tiene por función promover la actuación
de la Justicia
en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad. Ejerce
sus funciones en coordinación con las demás autoridades, pero sin sujeción a
instrucciones o directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura. Los
magistrados del Ministerio Público deberán prestar juramento de desempeñar sus
cargos legalmente y de cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional
y las leyes de la República.
Éstas son
exigencias que deben respetar a rajatabla los fiscales en una nación
democrática, desde el procurador general de la Nación hasta el último
fiscal. ¿De qué país estamos hablando? Seguramente algún lector habrá pensado
inmediatamente en Suiza, Dinamarca, Alemania, Uruguay... Nada de eso: tales
normas surgen de la ley 24.946 de la República Argentina.
¿Lo imaginaban?
Juan Manuel Otero
juanm.otero@usal.edu.ar
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Buenos Aires, 26 de Marzo de 2014.-
Derecho Humano Esencial
Tal como expresó Juan Manuel Otero en su carta de
lectores en La Nación
de ayer, el Ministerio Público (Ley
24.946) es un órgano independiente, sin sujeción a instrucciones externas, que
debe promover la Justicia
en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad.
Repasemos : IBM, Skansa, Crecimiento patrimonial presidencial,
Sobornos del senado, Jaime, Boudou, Schoklender, Báez, Oyarbide, Liuzzi,
Campagnoli, Bonadío, enriquecimientos ilícitos o inexplicables, mal desempeño
de funciones públicas y/o incompatibles con ellas, al por mayor; cada día
vivimos un nuevo capítulo de corrupción e inseguridad, que son consecuencias necesarias
de este modelo de impunidad.
Los que vamos a trabajar hacinados cada mañana y
volvemos cansados a la noche, luego de haber dado lo mejor para servir a otros,
tenemos derecho a un gobierno honesto, que anteponga el bien común a su
enriquecimiento; a la división de poderes, con instituciones que se desempeñen debidamente, y a un poder judicial que desempeñe su
función como manda la ley y en igualdad. Este es un derecho humano esencial para
la paz social, que no está siendo respetado por el gobierno.
Alejandra
Belmartino