Jueces
El
martes pasado se realizó la audiencia preliminar en el "juicio" que se
le sigue al fiscal Campagnoli. Se lo juzga y castiga por cumplir su
deber: investigar. Recordemos que en diciembre del año pasado se lo
castigó con una suspensión exprés, y ahora lo quieren destituir mediante
una farsa de juicio político que (oh casualidad) se desarrollará
durante el Mundial de fútbol, mientras todos estemos mirando los
partidos de la Argentina. ¿Cuál fue su delito? Investigar a un
empresario amigo del Gobierno. Dicen que se excedió en su investigación.
La contracara de esta situación es el "juez" Oyarbide: dejó de
investigar a empresarios por expreso pedido del Gobierno, tal como él lo
relató luego con total obscenidad e impunidad. Es decir, se castiga a
un fiscal que trabaja bien y honra a la Justicia y se premia a un "juez"
cuyo proceder es severamente cuestionado. Creo que todos, y en
particular los abogados, debemos luchar seriamente para que la justicia
de la Argentina que viene sea más independiente y eficaz. Por una
justicia con más Campagnolis y menos Oyarbides.
José Sánchez Sorondo
DNI 27.802.143
Mi Relato
Los
integrantes del Gobierno y sus propagandistas, muchos a sueldo y otros
como fruto de sus dudosas convicciones, relatan las bondades del
"modelo" impuesto desde 2003, gracias al cual se ha logrado, dicen, una
"inclusión social" sin precedente como corolario de una política de
"desarrollo de la industria" con "matriz diversificada", lo que, a su
vez, nos ha hecho alcanzar un "crecimiento sostenido" que tampoco tiene
parangón en nuestros más de 200 años de historia.
Pero yo tengo otro
relato, muy distinto, el que palpo a diario. No voy a discutir que hemos
tenido un importante crecimiento, aunque ello no fue fruto de nuestros
aciertos, sino que fue impulsado por la bonanza internacional y por los
requerimientos de nuestras materias primas cuyos precios alcanzaron
precios siderales y llenaron de divisas las arcas del Estado.
De haberse
llevado adelante una correcta y austera administración de esos recursos
dilapidados sin ton ni son, y si se hubiesen aplicado otras políticas
económicas, hubiéramos alcanzado un desarrollo que hoy no tenemos y
podríamos haber sacado de la pobreza a millones de compatriotas. Esos
fabulosos ingresos del fisco no han sido utilizados para impulsar un
genuino desarrollo, lo que puede verificarse en nuestras actuales
penurias. Ni siquiera para que todos los argentinos participaran de la
fiesta, que sólo es para unos pocos.
Hemos desperdiciado una
oportunidad irrepetible. No tengo derecho a dudar de las buenas
intenciones de nuestros gobernantes, pero sí puedo dudar de la idoneidad
de los funcionarios que en el área económica llevaron y siguen llevando
adelante políticas más propias de la época de las cavernas y que son la
razón de la oportunidad desaprovechada.
Éste es mi relato.
Alberto Pintos Morel
DNI 14.416.879
Donante Anónimo
La ley que permite a los hijos
producto de óvulos y espermas donados averiguar quiénes son sus padres
biológicos cuando alcancen la mayoría de edad abre las puertas a futuras
situaciones muy complejas.
Se supone que los donantes son anónimos y
contribuyen a resolver un problema de infertilidad en parejas que desean
tener familia y no pueden. Se supone que la madre es quien lleva el
embarazo y da a luz, junto a su pareja hombre o mujer, que luego crían a
los chicos. Hasta ahora era así.
Pero ¿qué pasa si estos padres
fallecen y los chicos a los 18 años van a los donantes y les plantean
exigencias? Les dicen que los mantengan, por ejemplo, les reclaman
paternidad y maternidad. ¿Y si ocurre con seis o siete personas nacidas
con esperma u óvulo del mismo donante, si le aparecen seis o siete
"hijos"? Y también el caso contrario, porque en la Argentina de hoy todo
puede revisarse jurídicamente: ¿qué pasa si el dador o la dadora les
aparecen a los jóvenes y exigen mantenimiento? Si una mujer menesterosa
le exige dinero a "su hija" o a varias "hijas".
Los partidarios de
esto lograron primero forzar a las empresas de medicina prepaga a
cubrir los tratamientos de infertilidad, un disparate según muchos
analistas. Ahora permiten que los hijos producto de donación de óvulo y
esperma averigüen quiénes son los dadores. Creo que en lugar de
favorecer están arruinando el asunto.
Matías Despo
DNI 30.493.188