Tomemos Conciencia
Hace tiempo que vengo leyendo con
estupor las innumerables noticias y notas que aparecen en los medios de
comunicación sobre el narcotráfico en la Argentina. Si antes parecían
hechos aislados, ahora se han convertido en noticias diarias. Haber
vivido cuatro años en México me permitió ver de cerca el flagelo del
narcotráfico y su impacto en toda la sociedad. Sorprende ver cómo muchas
veces el ciudadano mexicano se pregunta cómo es que llegaron a
semejante situación y en qué momento permitieron que el mundo narco se
metiera hasta en lo más profundo de su sociedad.
Con México
tenemos muchas diferencias que hacen que muchos piensen que difícilmente
vaya a pasar lo mismo en la Argentina. Son ciertas las diferencias,
pero lamentablemente compartimos una semejanza clave: la indiferencia y
la poca toma de conciencia que tenemos como sociedad sobre la magnitud
que tiene este problema y hasta qué punto puede ir metiéndose lentamente
en las entrañas de la sociedad para que luego sea dificilísimo de
erradicar.
Ya conocemos la cantidad de vidas que se ha cobrado y
se cobra el narcotráfico en México. Ojalá que tomemos conciencia antes
de que sea demasiado tarde.
Sol Carrera - DNI 24.963.044
Desde que Néstor y Cristina Kirchner aceptaron fondos derivados de la efedrina en 2003, el Narcotráfico ingresó al Gobierno y al Poder Judicial. Hace más de una década está entre nosotros, sembrando muertes por la droga, por la lucha entre carteles, que pretenden la misma impunidad que el que detenta el poder, y destruyendo las instituciones. Alejandra Belmartino.
------------------------------------------------------------------------
No Vale Todo
Es inquietante que se confundan la apertura
y tolerancia del papa Francisco con permisivismo. Cuando dice "quién
soy yo para juzgar" no está diciendo que hagamos lo que queramos. Cuando
Jesús salvó a la mujer adúltera de las piedras no le dijo "me encanta
lo que haces, yo te apoyo". Le dijo "yo no te condeno", como dice
Francisco, seguido por: "Vete, y no peques más en adelante".
A otro le
dijo "no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas". Si
ignoramos este aviso, corremos el riesgo de seguir perdidos, pensando
que Jesús nos ama tal como somos. Y es verdad, pero no siempre ama lo
que hacemos. Jesús vino a llamar a los pecadores "para que se
conviertan", no para consentirlos. Lo que Francisco quiere es acercarnos
a Jesús, para que con Él alcancemos una mejor versión de nosotros
mismos. Por eso debemos cuestionar si lo que nos cuentan coincide con
las escrituras. Porque, si nos pintan a Francisco como permisivo,
liberal y promotor de un "vale todo", quizá nos sintamos más cómodos con
nosotros mismos y nos ganemos un banquito en la misa, pero a cambio de
perder el alma. Y los que quieran salvarla tendrán que aferrarse a la
Biblia y cumplirla.
El Señor siempre dejó en claro que al reino se
entra por la puerta estrecha. Ante la duda: Mateo 7, 13; Lucas 18, 20;
Deuteronomio 5, 7-21, y Apocalipsis 17, 8-18.
Marilina Manteiga - DNI 25.257.238