Carta de Lectores - LA NACIÓN - Buenos Aires, 4 de septiembre de 2014.
Manos a la obra
Soy médica de planta en un hospital municipal de la ciudad de Buenos Aires desde hace casi 30 años. El 70-80% de la población que se atiende viene del conurbano bonaerense y diariamente vemos, escuchamos y palpamos la situación de carencia que padecen sus habitantes en salud y educación.
Se levantan a las 3 o 4 de la mañana para conseguir un turno, toman el primer tren o colectivo a fin de llegar a tiempo, acarreando a sus bebes, niños, mayores, con frío o calor, dormidos y muchas veces sin un desayuno adecuado.
Esto ocurre porque en sus barrios o zonas carecen de toda atención y de especialistas. Arrastran entonces patologías complicadas. Las escuelas, muchas veces en malas condiciones edilicias, suspenden las clases en forma reiterada.
¿Por qué? Porque la maestra avisa que no va, porque no hay suplente, porque está inundada, porque robaron, porque hay desinfección, etc., y los únicos perjudicados son los niños.
No cuentan con gabinetes psicopedagógicos para ayudar con las dificultades de aprendizaje frecuentes ni con psicólogos para acompañar las situaciones traumáticas repetidas, no tienen oportunidad de asistir a escuelas de deportes o a un club de barrio que los contenga, ni a colonias de verano donde puedan distraerse.
¿Qué futuro tienen estos chicos? ¿Dónde están la equidad y el crecimiento sólido de los que tanto alarde hacen los gobernantes? ¿Son éstos los derechos humanos que pregonan? ¿Y las promesas de las campañas electorales? Estos niños excluidos y postergados ven truncas sus ilusiones y posibilidades de crecimiento sano. Después nos lamentamos de la violencia, la inseguridad, las drogas, el analfabetismo y, claro, los problemas de salud.
No se puede negar la realidad. Responsables y funcionarios deben ponerse manos a la obra ya, con honestidad y eficiencia, para dar soluciones concretas, urgentes.
Dra. Rebeca Rubinson - DNI 1.829.664